Llega el momento de decirle adiós al chupete
El chupete acompaña a muchos de nuestros pequeños durante los primeros meses de vida, incluso algunos años y esto es normal porque les ayuda a relajarse, les ayuda a conciliar el sueño, reduce estrés, …y según datos de la Asociación Española de Pediatría su uso es muy recomendable durante el primer año de vida ya que reduce la incidencia de la muerte súbita del lactante, pero debemos tener en cuenta de que deja de ser recomendable a partir de esta edad y llega el momento de decirle adiós al chupete.
¿Entonces, por qué deberíamos quitárselo después del año?
Hay numerosos motivos, y algunos de los más importantes podrían ser:
-Son los principales causantes de retrasos en el habla, hay estudios que demuestran que el uso continuado del chupete dificulta la adquisición de ciertos fonemas, riesgo de desarrollar dislalia y otros trastornos.
-Afecta a la mordida, provocando malformaciones en la boca y en los dientes, impidiendo que los dientes superiores no coincidan con los inferiores favoreciendo la dificultad para masticar bien los alimentos.
-Aumenta el riesgo de otitis debido al tipo de succión que se realiza con el chupete, congestionando el sistema auditivo.
-Mantener el chupete fomenta que se congestione la mucosa respiratoria, por lo que los peques buscaran la manera de ingresar aire en sus pulmones realizando la respiración bucal, esto provoca consecuencias muy importantes como la falta de una ventilación adecuada, la hipoacusia y otras infecciones respiratorias recurrentes.
¿Y cómo lo hacemos?
Desde la Escuela Infantil El Valle queremos ayudaros y recomendaros ciertos tips que seguro os ayudan:
-Lo principal es tener claro cuándo va a ser y en el momento en el que se empiece lo mejor es seguir adelante, no retroceder. Como ya hemos dicho, a partir del año de vida es lo más recomendable ya que no tiene ningún beneficio evidente y cuanto más tarde peor. Algo a tener en cuenta es que no coincida con ningún cambio significativo, como la llegada de un hermano, una mudanza, el cambio de cama, etc.
-Deberemos de dejar de recurrir a él con tanta frecuencia, se lo iremos quitando durante el día marcaremos el momento que sabemos que es más importante y solo en ese instante se lo daremos, por ejemplo, para dormir.
-Tendremos a mano una alternativa para ofrecerle, tipo un peluche, un cuento, su objeto de apego, algo que en pocas palabras le distraiga de su objetivo y si conseguimos adelantarnos al momento de querer el chupete conseguiremos que el no esté tan nervioso.
–No nos enfadaremos, ni se lo quitaremos a la fuerza si le sorprendemos con el en la boca, le explicaremos que solo lo puede usar en los momentos que hayáis acordado.
-Y mucha paciencia, ya que la retirada del chupete es algo muy difícil, porque a ellos les da una tranquilidad enorme pero debemos pensar en las consecuencias de seguir usándolo y eso nos dará la paciencia y ánimos para seguir acompañándolos en este camino.