El proceso de cambio de bebé a niño
La llegada a nuestra vida de un bebe es un período de adaptación, tanto para los padres como para el pequeño en el proceso de cambio de bebé a niño. En el caso de ser padres primerizos, podemos decir que es un primer contacto con esta realidad, a la cual nos tendremos que ir adecuando. Por el contrario, si ya tenemos hijos, será un nuevo integrante de la familia y la habituación la viviremos todos de manera diferente.
¿Cómo es el proceso de cambio de bebé a niño?
Como todo proceso de evolución, este sigue ciertas pautas y características que nos indicarán que nuestro pequeño está pasando a ser un niño.
Desde una edad muy temprana el bebé va a desarrollar diferentes habilidades, como son las sonrisas sociales, el balbuceo, y en general todas aquellas conductas que le van acercando y le permiten interactuar con el medio que le rodea y las personas de referencia.
Será a partir de los doce meses y hasta aproximadamente los tres años donde podremos observar los mayores cambios en el desarrollo físico, cognitivo, social y emocional del niño. Siendo esta la etapa en que dejemos de tener un bebé y este se convierta en un niño.
¿Qué cambios podremos observar?
A nivel psicomotriz, el bebé pasará por diversos estadios, donde encontraremos reacciones circulares, que se inician de manera fortuita, como es la imitación, la repetición de conductas para dar paso entre los doce y dieciocho meses a actividades y reacciones verdaderamente experimentales. En este periodo veremos que el niño quiere hacer todo solo e incluso lo verbalizará.
Por otra parte, desarrollará aptitudes físicas como caminar con mayor seguridad, como así también podremos observar una mejoría en la coordinación de manos, obteniendo una mayor agilidad que le va a permitir subirse o bajarse su propia ropa, arrastrar objetos e incluso coger objetos pequeños con más agilidad, mejorando en la psicomotricidad fina.
Otro cambio importante que podemos observar, en torno a los dieciocho y veinticuatro meses, tiene que ver con el desarrollo de la capacidad simbólica y del paso de la inteligencia sensorio-motriz a la inteligencia operacional, es decir, el niño aprenderá a inventar y/o planificar su acción antes de llevarla a cabo. Capacidad de vital importancia en el desarrollo intelectual del niño. A medida que va ganando seguridad y progresando en este aspecto, en el cual los padres juegan un papel fundamental, se podrán observar cambios, que serán muy visibles y permitirá notar cómo el desarrollo del pensamiento se va incrementando y el niño ya tiene mayor autonomía y desea diferenciarse de sus figuras de referencia, madre y/o padre.
Además, esta evolución en el pensamiento, al estar tan estrechamente ligado al progreso del lenguaje, nos permitirá observar cómo el niño comienza a expresar sus inquietudes y necesidades, aprendiendo a ampliar sus relaciones e interactuar con sus iguales.