Cómo proteger a los niños de la exposición al sol
Por Enrique Romero
Ya casi estamos en verano. Dentro de nada se acaba el cole y los niños van a pasar mucho tiempo al aire libre y, en muchas ocasiones, en bañador o con poca ropa. Por eso, desde la Escuela Infantil El Valle de Alicante, se van a ofrecer unas indicaciones en relación con el sol y la protección frente a los rayos UVA y otras radiaciones que pueden ser perjudiciales para la salud de la piel de los más pequeños.
La recomendación número 1 es indiscutible: los bebés no deben estar expuestos directamente al sol sin protección hasta la edad de un año. Es recomendable estar periodos breves de tiempo, de unos 15-20 min al día al aire libre, en la sombra, sin que les dé el sol directamente. Es bueno para cubrir sus necesidades de vitamina D. Lo más importante es evitar cualquier quemadura solar en la infancia, pero sobre todo en el primer año de vida.
La crema protectora solar que usemos debería estar libre de parabenos. Debemos de usar productos especialmente formulados para niños, con un índice de protección solar (SPF) alto, de 50+, con filtros, mejor físicos que químicos, capaces de proteger frente a rayos UVB, UVA e infrarrojos (IR-A). Hay que evitar que los niños estén al sol entre el mediodía y las cuatro o cinco de la tarde.
Es deber de todos los padres inculcar a sus hijos desde pequeñitos la utilización de gafas de sol con cristales de buena calidad, nada de gafas de plástico o de juguete.
En cuanto a la ropa, debe ser ligera y de colores claros e intentar que lleven siempre que puedan un gorro, una gorra o algo que les evite la luz sola directa en la cara y en los ojos.
Siempre que se bañen, o suden mucho, tenemos que volverles a aplicar la crema protectora, incluso aunque sea de las del tipo “water resistant” y cada 2 horas como mínimo.
También los dermatólogos recomiendan poner la crema, como mínimo, ½ hora antes de empezar a tomar el sol.
Por último, algo que a menudo se olvida, hay que predicar con el ejemplo. Si los padres nos ponemos crema media hora antes de ir a la piscina o a la playa, si usamos siempre gafas de sol, gorros o gorras, intentamos ponernos periódicamente a la sombra y repetimos la aplicación de crema cada 2 horas, nuestros hijos lo acabaran adquiriendo como una costumbre.
Y recordad, la principal causa de cáncer de piel es la exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV), cuya principal fuente es la luz solar. Cuanto más joven es la piel y más radiación solar acumule, más probabilidad hay de desarrollar un tumor maligno en la piel. Lo más importante es evitar las quemaduras solares en la infancia.