7 consejos para estimular a los bebés a caminar
Alrededor de los 6 meses los bebés empiezan a mantenerse sentados y sobre los 8 meses, la mayoría ya empiezan a gatear y a desplazarse por el espacio que les rodea.
Poco a poco, el bebé irá cogiendo más confianza y querrá incorporarse e intentar mantenerse de pie. Es ahí cuando entra en juego el papel de los padres. Hay que procurar en todo momento ayudar a los bebés a que se sientan seguros, a que tengan confianza en sí mismos y a que trabajen el equilibrio y la coordinación de sus movimientos.
A partir de los 12 meses, la mayoría de los bebés ya empiezan a caminar; algunos lo hacen antes, se ponen de pie y ya empiezan a dar pasos mientras se apoyan en los muebles de casa y otros pueden empezar más tarde, rodando los 15 meses.
No hay que preocuparse si el bebé no empieza a caminar cuando cumpla el año. Cada niño tiene un proceso y un desarrollo diferente, y hay bebés que les cuesta más soltarse a andar solos. Hay que ayudarles siempre dando una mano de apoyo y poco a poco irán cogiendo confianza y seguridad y se soltarán a andar.
En La Escuela Infantil El Valle de Alicante, se trabaja la psicomotricidad gruesa con los bebés de una manera muy individualizada. Se utiliza la pelota de pilates y los rodillos para trabajar el equilibrio y para aprender a caer poniendo las manos. Se usan escaleras, toboganes, pelotas, aros… Todo el material necesario para ayudarles a avanzar a nivel motriz, y siempre, de forma individualizada.
De qué forma pueden los padres estimular a los bebés a caminar
-Respetar el ritmo de cada niño. No hay que obligarles a caminar, ni forzarles.
-Reforzar su confianza dándoles seguridad. Nos podemos poner delante de ellos, con los brazos extendidos y llamarles, para que se acerquen caminando. A algunos niños les da seguridad llevar algún juguete en la mano.
-Darles toda la seguridad que esté en nuestra mano, para que no cojan miedo a caerse, y no querer andar.
-Potenciar el equilibrio.
-Escoger un buen calzado adecuado para el preandante, un zapato que sea anatómico, blando y flexible, con refuerzo en la puntera y el talón.
-Debemos vigilarles, y estar cerca de ellos, pero si se caen, no debemos ponernos nerviosos, nos acercamos a ellos sonriendo y quitamos importancia al hecho de haberse caído.
-Para empezar a caminar, también podemos ayudarles con un apoyo móvil, como un andador, un cajón con ruedas o incluso arrastrando una silla.
Si al llegar a los 18 meses, el bebé aún no camina o notáramos un retraso significativo en cuanto al desarrollo motor del bebé, debemos consultar al pediatra.