Las rabietas
La etapa de la “independencia” o “primera adolescencia”, transcurre entre los 2-3 años. Los pequeños de esta edad dejan atrás la etapa de bebé para empezar la etapa de niño, por lo que viven grandes cambios a nivel intelectual, social, afectivo y de aprendizaje y en donde se dan lugar, inebitablemente las rabietas.
Las palabras más usadas por ellos mismos: no, mío, yo, solo, no expresan del todo sus emociones a través del lenguaje o del pensamiento, por lo que es una etapa muy importante para el aprendizaje de la gestión emocional. El adulto debe estar atento a ellas, ayudarle a expresarlas, ponerles nombre y siempre servir de ejemplo.
Las rabietas llegan cuando sus aspiraciones y deseos se ven frustradas y por ello gritan, lloran, patalean y pegan. Los adultos debemos saber que no hay maldad en la rabieta, solo es una forma de expresar su enfado y frustración y que aún no saben gestionarlo de otro modo.
Podemos seguir algunas pautas para ayudarles, como pueden ser:
- Observar las ocasiones en la que el niño estalla y anticiparse para intentar evitarlas.
- Explicarles con claridad la secuencia de hábitos diarios: “Cuando yo te avise, dejamos los juguetes”
- Darles opciones para que puedan elegir. Esto les ayuda a sentir que hay cosas que se pueden escoger y que no todo es impuesto, por ejemplo: ”¿Comes macarrones o arroz?” en lugar de formular preguntas abiertas como “¿Qué quieres comer?”
- Valorarles mucho cuando lo hagan bien.
- Dialogar con ellos siempre en positivo, es decir, “Termina rápido y podremos jugar” en lugar de “Si no comes, no juegas”
- Ayudarle a adquirir poco a poco la capacidad de reconocer la ira o frustración, expresarla y regularla. Los ejercicios de relajación y respiración son una gran herramienta.
En nuestra Escuela Infantil El Valle, cuando un alumno se encuentran en plena rabieta, lo que hacemos, en primer lugar, es intentar que se encuentre en un sitio en el que no se pueda hacer daño, acompañarlo y esperar con paciencia a que se le pase, siempre intentando calmarle.
A partir de ese momento es cuando podemos empezar a actuar y por muy pequeño que sea el niño, una vez calmado será capaz de entender lo que le expliquemos.
Por ello, una vez finalizada la rabieta, lo primero es sentarnos a su lado o cogerlo en brazos y analizar juntos cuál ha sido la causa de esa rabieta y cómo se siente.
Explicarle qué le hizo sentirse mal y hacerle ver que las cosas no se consiguen así, que es más fácil pedir ayuda y darle herramientas para que reconozca cómo se siente y expresarlo de otra manera diferente.
En nuestra Escuela Infantil El Valle damos mucha importancia al trabajo de la inteligencia emocional desde el primer día de cole, y es trabajada durante el curso cada día mediante materiales de apoyo, como pueden ser el “semáforo de las emociones”, el libro “el monstruo de colores”, bits de las emociones, entre otros.
Sobre todo, y lo más importante, en nuestra Escuela Infantil les damos a nuestros pequeños grandes dosis de cariño, paciencia y mucho amor.