Los miedos infantiles
Los miedos infantiles que sentimos cunado somos niños son muy comunes a lo largo del desarrollo. Por lo general son pasajeros, van desapareciendo conforme el niño va madurando, y se desarrolla, por eso se conocen como “miedos evolutivos”, porque tienen lugar en las diferentes etapas del desarrollo.
En la Escuela Infantil El Valle les damos importancia y los tratamos de manera individualizada, pero según en la etapa en la que se encuentran nuestros peques, hay unos miedos más frecuentes que otros.
Así que vamos a centrarnos en ellos y explicar cómo tratarlos:
-,Miedo a los ruidos fuertes: es uno de los miedos que primero manifiestan nuestros peques. A partir de los 6 meses, pueden sobresaltarse por este motivo. Es un miedo normal de adaptación al medio, a todo lo que le rodea, pudiendo continuar con el mismo hasta los 2 o 3 años. Simplemente habría que evitar mantener al niño aislado de los factores externos. Debe conocer lo que le rodea para entender la normalidad en la que reside.
-Miedo a la separación: este es uno de los miedos más frecuentes en esta etapa. Es a partir del primer año cuando los niños pueden empezar a tener un sentimiento de abandono por parte de las personas de apego, por eso es tan difícil la adaptación a la Escuela Infantil. En nuestra mano está ayudarles en este proceso que inevitablemente van a pasar, y podemos hacerlo favoreciendo conductas de autonomía, creándoles seguridad, haciéndoles ver lo capaces que son de hacer las cosas ellos solitos, incluso dependiendo de los casos, forzar situaciones de separación para normalizarlo.
-Miedo a al oscuridad: sobre los 2 años comienzan a tener temor a la oscuridad, lo cual implica quedarse solos en la habitación durante la noche, a ruidos no visuales, etcétera. Este miedo es frecuente hasta los 6 años en algunos casos. Podemos ayudarles acompañándolos hasta que consigan dormirse, dejando una pequeña luz encendida, pero sobre todo estableciendo rutinas antes de acostarnos, ya que esto les dará seguridad y por tanto tranquilidad. Entre esas rutinas además de la higiene, la lectura de un cuento o cantar una canción ayudan mucho en este momento creando un momento de paz y armonía.
-Miedos médicos: este temor es muy frecuente, miedo al dolor, a las batas, a los hospitales o inyecciones, por ejemplo. Es un miedo que suele prolongarse, así que como recomendación, simplemente debemos mostrar una actitud positiva y serena con los médicos.
En conclusión, vamos a ayudar a nuestros peques a superar sus miedos con valentía y seguridad, acompañándolos en este proceso, no evitándolo. De esta manera los prepararemos para las situaciones y acontecimientos que vivirán en su desarrollo.