Lateralidad infantil
En el desarrollo de un ser humano son muy importantes varios aspectos, como el lenguaje o la motricidad, pero hay uno de ellos que puede condicionar futuros aprendizajes, como es la lateralidad infantil.
Dicho aprendizaje es la preferencia del ser humano por utilizar un lado u otro del cuerpo. Lo que más llama la atención en el desarrollo de la lateralidad en edades tempranas es con qué mano coge la cuchara o la pintura de color, con qué pie golpea la pelota cuando juega… Pero la lateralidad o la preferencia a la hora de utilizar un lado u otro del cuerpo también afecta a los ojos y a los oídos.
Entre las edades de entre 0 a 2 años, nos encontramos en la fase de identificación, en la cual no tienen una clara preferencia y depende por tanto del propio desarrollo del niño.
Cuando en la Escuela Infantil El Valle trabajamos el procedimiento, como puede ser el garabateo, la direccionalidad, o en psicomotricidad el lanzamiento con mano o pie, hay niños que sí pueden presentar preferencias y otros que no. No es algo preocupante en estas edades, ya que hasta los 4 o 5 años no hay una clara definición.
No es aconsejable, en edades de entre 0 a 2 años determinar el lado preferente de los niños. Cuando por ejemplo van a trabajar con pintura de colores, esta se debe colocar en el centro de la mesa, para que sea el propio niño quien la agarre con su mano predominante. De la misma manera haremos con una pelota para trabajar la patada o el lanzamiento con extremidades superiores. O incluso en el propio juego, el juguete se debe colocar en lugares neutros sin condicionar el lado por el cual deben agarrarlo.
En la Escuela Infantil El Valle, trabajamos desde temprana edad la lateralidad en sesiones de psicomotricidad para que el niño pueda identificarse espacialmente y en su propio cuerpo. Esto es un proceso fundamental en los primeros años de vida, ya que puede repercutir en el aprendizaje de la lectoescritura y al pensamiento lógico-matemático.